Ir al contenido

Ir al índice

CÓMO USAMOS LAS DONACIONES

Las oficinas remotas de traducción benefician a millones de personas

Las oficinas remotas de traducción benefician a millones de personas

1 DE MARZO DE 2021

 Más del 60 % de los equipos de traducción permanentes trabajan en oficinas remotas de traducción (ORT), y no en sucursales. ¿Qué ventajas tiene esto? ¿Qué materiales necesitan los traductores de las ORT? ¿Por qué las ORT ayudan a mejorar la calidad de la traducción?

 Gracias a las oficinas remotas de traducción, los traductores pueden vivir en el lugar donde se habla el idioma al que traducen. Karin, que traduce al bajo alemán, nos cuenta: “Desde que nos mudamos a la ORT de Cuauhtémoc, en Chihuahua (México), hablamos bajo alemán todo el tiempo. No solo con los traductores o en la predicación; también cuando vamos a comprar. Estamos totalmente empapados en el idioma. Escuchamos expresiones que hace tiempo no oíamos. Ahora sabemos cómo habla la gente en su día a día”.

 James vive en Ghana y trabaja con el Equipo de Traducción al Frafra. Él reconoce que a veces extraña a la familia Betel. Pero también dice: “Me encanta estar en la ORT. Predicar en el idioma local y ver cómo reacciona la gente a las buenas noticias me conmueve”.

 ¿Cómo se escoge el lugar donde se pondrá una ORT? Joseph, que colabora con en el Departamento Mundial de Diseño y Construcción en Warwick (Nueva York), lo explica: “Uno de los problemas a los que nos enfrentamos es que en algunos lugares no siempre hay agua o electricidad, y la conexión a internet no permite descargar los archivos para traducir. Así que, antes de decidir dónde montaremos una ORT, investigamos varios lugares donde se habla el idioma”.

 Por lo general, la opción más rápida y barata es instalar una ORT en un Salón de Asambleas, en un Salón del Reino o en un hogar misional, adonde los traductores puedan ir y venir. Si ninguna de estas opciones está disponible, los hermanos pueden pedir permiso para comprar viviendas y espacios de oficinas donde los traductores puedan vivir y trabajar. Si las necesidades del equipo de traducción cambian, estas instalaciones se pueden vender fácilmente y el dinero se puede usar donde haga falta.

Listos para seguir trabajando

 Durante el año de servicio 2020 se gastaron 13 millones de dólares para mantener las ORT. Los equipos de traducción necesitan computadoras, programas informáticos especializados, equipos para grabar audio y acceso a internet y a otros servicios públicos. Por ejemplo, se necesitan 750 dólares para comprar una computadora y dejarla lista con programas comerciales. Además, los traductores necesitan el programa Watchtower Translation System, que los ayuda a organizar su trabajo y a acceder a los documentos que necesitan para traducir.

 Los traductores también reciben equipos para grabar audio en sus propias oficinas. Estos equipos fueron fundamentales cuando empezó la pandemia del COVID-19, porque muchos traductores pudieron llevárselos a casa y seguir grabando la traducción de las publicaciones y videos.

 También hay hermanos locales que ayudan revisando las traducciones y colaborando con el mantenimiento de las instalaciones. “Muchos publicadores y precursores regulares tienen la oportunidad de usar sus habilidades aquí”, dice Cirstin, que trabaja en la Oficina de Traducción al afrikáans en Ciudad del Cabo (Sudáfrica).

 Estos hermanos disfrutan muchísimo. Por ejemplo, una hermana dice que ayudar en una ORT es como “un soplo de aire fresco”. Algunos hermanos de la zona colaboran poniendo sus voces en las grabaciones de audio. Juana, que traduce al totonaco en el estado de Veracruz (México), nos cuenta: “Ahora que vivimos más cerca de los lugares donde se habla nuestro idioma, es más fácil que más hermanos vengan a grabar el audio de las publicaciones y los videos”.

 Pero ¿de verdad ayudan las ORT a mejorar la calidad de la traducción? Millones de lectores dicen que sí. Cédric, que trabaja en el Equipo de Traducción al Congo en la República Democrática del Congo, explica: “Algunos hermanos decían que traducíamos al congo ‘de la Watch Tower’, porque no se parecía al idioma que ellos hablaban. Pero ahora dicen que traducimos al congo moderno, porque ese sí es el idioma que hablan todos los días”.

 Andile traduce al xhosa y nos dice que en Sudáfrica sucede algo parecido: “Muchos notan que la traducción ha cambiado. Incluso algunos niños que antes leían La Atalaya en inglés ahora la leen en xhosa. Y les encanta la revisión de la Traducción del Nuevo Mundo porque es muy natural”.

 Todo lo que se gasta en la instalación, el mantenimiento y el personal de las ORT sale de las donaciones voluntarias que se hacen a la obra mundial, incluidas las que se hacen a través de donate.dan124.com.