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Una mirada al interior del cuerpo sin cirugía

Una mirada al interior del cuerpo sin cirugía

Una mirada al interior del cuerpo sin cirugía

GRACIAS a los adelantos en computación, matemáticas y ciencia, ya no hay que recurrir a la exploración quirúrgica para diagnosticar ciertas enfermedades. Además de los rayos X, usados desde hace más de cien años, contamos con nuevas técnicas de diagnóstico por imagen que incluyen la tomografía axial computarizada, la tomografía por emisión de positrones, la resonancia magnética y la ecografía o ultrasonido. * ¿Cómo funcionan dichas técnicas? ¿Qué riesgos suponen para la salud? ¿Y qué ventajas ofrecen?

Radiografía

¿Cómo funciona? Los rayos X tienen una longitud de onda más corta que la luz visible y pueden penetrar en los tejidos corporales. Cuando se somete una parte del cuerpo a los rayos X, los tejidos densos —como el óseo— absorben los rayos y aparecen como zonas brillantes en la película fotográfica revelada, que recibe el nombre de radiografía o placa. Los tejidos blandos aparecen como sombras grises. Esta técnica suele emplearse para diagnosticar trastornos o enfermedades que afectan a dientes, huesos, mamas y tórax. Para distinguir entre tejidos blandos adyacentes de la misma densidad, el médico a veces inyecta en el torrente sanguíneo del paciente un agente de contraste opaco a la radiación. Hoy día es frecuente que las radiografías se digitalicen para verlas en una pantalla de computadora.

Riesgos: Existe un ligero riesgo de dañar células y tejidos, pero suele ser mínimo en comparación con los beneficios. * Si una mujer cree que está embarazada, debería informar a su médico antes de hacerse una radiografía. Los agentes de contraste, como el yodo, a veces causan reacciones alérgicas. Por ello, informe a su médico o radiólogo si padece alguna alergia al yodo o a los mariscos, que contienen dicho elemento.

Beneficios: Se trata de una técnica rápida, por lo general indolora, relativamente barata y fácil de realizar. Por lo tanto, resulta particularmente útil para efectuar mamografías y diagnósticos de emergencia. Tras someterse a una radiografía, no quedan restos radiactivos en el cuerpo y no suelen presentarse efectos secundarios. *

Tomografía computarizada

¿Cómo funciona? La tomografía axial computarizada (TAC) requiere un uso más complejo e intenso de los rayos X y emplea además sensores especiales. El paciente se acuesta en una camilla que se desliza por un túnel que hay en la máquina. Las imágenes son producidas por numerosos y finos haces de radiación y sensores que rotan 360° alrededor del paciente. Se ha comparado el proceso a examinar un pan cortándolo en rebanadas muy finas que luego se fotografían. Una computadora vuelve a juntar las “rebanadas”, y suministra así una detallada vista de corte transversal del interior del cuerpo. Las máquinas más modernas efectúan un escáner helicoidal, o espiral, del cuerpo, con lo que aceleran el proceso. Como las tomografías suministran imágenes muy detalladas, a menudo se usan para examinar el tórax, el abdomen y el esqueleto, así como para diagnosticar diversos cánceres y otros trastornos.

Riesgos: Las tomografías suelen emplear dosis de radiación superiores a las radiografías. La exposición adicional conlleva un pequeño aumento del riesgo de cáncer, que debe tenerse muy en cuenta y contrastarse con los beneficios. Algunos pacientes experimentan reacciones alérgicas a los agentes de contraste, que normalmente contienen yodo; y en ciertos casos también puede haber riesgo para los riñones. Si se utiliza un fluido de contraste, las pacientes con bebés deberán esperar veinticuatro horas o más tras la prueba antes de amamantarlos.

Beneficios: Esta técnica no es dolorosa ni agresiva, y proporciona datos muy detallados que una computadora puede convertir en imágenes tridimensionales. El proceso es relativamente rápido y sencillo y permite descubrir daños internos, con lo que salva vidas. Además, los escáneres no tienen efectos adversos sobre dispositivos médicos implantados.

Tomografía por emisión de positrones

¿Cómo funciona? Para realizar una tomografía por emisión de positrones (conocida como PET, por sus siglas en inglés), se agrega una sustancia radiactiva a un compuesto natural, casi siempre glucosa, y se inyecta al cuerpo. La imagen resultante se debe a los positrones —partículas con carga positiva— que emiten los tejidos. Los escáneres PET funcionan según el principio de que las células cancerosas utilizan más glucosa que las células normales, y por ello, atraen una mayor cantidad de la sustancia radiactiva. Como resultado, los tejidos enfermos emiten mayor número de positrones, lo que provoca variaciones de color o de brillo en la imagen final.

Las tomografías computarizadas y los escáneres de resonancia magnética revelan la forma y la estructura de órganos y tejidos, mientras que los escáneres PET muestran su funcionamiento, lo que permite descubrir cambios en una etapa más temprana. Se puede efectuar un escáner PET en combinación con una tomografía, y la imagen obtenida será más detallada. Sin embargo, un PET puede dar resultados erróneos si el paciente ha comido en cierto período de tiempo antes de la prueba o si es diabético y su nivel de azúcar no se halla dentro de los valores aceptables. Además, como la radiactividad de las sustancias empleadas es de muy corta duración, es necesario hacer la prueba dentro de un límite de tiempo específico.

Riesgos: Puesto que la cantidad de sustancia radiactiva utilizada es mínima y su radiactividad es de corta duración, la exposición a la radiación es baja. Aun así, puede suponer un riesgo para un feto en desarrollo. Por lo tanto, si una mujer cree que está embarazada, debería informarlo a su médico y a los técnicos encargados de hacer la prueba. Y es probable que a las mujeres en edad fértil se les realice un análisis de sangre o de orina para determinar si están embarazadas. Si además de una prueba PET se va a realizar una TAC, deberían tenerse en cuenta también los riesgos que conlleva esta última prueba.

Beneficios: Puesto que los escáneres PET muestran no solo qué forma tienen los órganos y tejidos sino también si funcionan adecuadamente, pueden revelar problemas antes de que los cambios en la estructura de los tejidos se observen mediante una TAC o una resonancia magnética.

Resonancia magnética

¿Cómo funciona? La resonancia magnética emplea un poderoso campo magnético, ondas de radio (no rayos X) y una computadora para producir imágenes muy detalladas de casi todas las estructuras internas del cuerpo. Los resultados permiten a los médicos examinarlas minuciosamente y hacer diagnósticos imposibles de realizar con otras técnicas. Por ejemplo, la resonancia magnética es una de las pocas técnicas que permiten ver a través del hueso, lo que la convierte en una herramienta excelente para examinar el cerebro y otros tejidos blandos.

El paciente no debe moverse mientras se obtienen las imágenes, y como el escáner actúa mientras uno se desliza por un estrecho túnel en la máquina, hay quien experimenta claustrofobia. No obstante, en los últimos años se han creado escáneres para pacientes obesos o que sufren de ansiedad. Como es natural, en la sala de exploración no se permiten objetos de metal como bolígrafos, relojes, joyas, horquillas para el pelo y cremalleras, ni tampoco tarjetas de crédito u otros artículos que podrían interferir en el campo magnético.

Riesgos: Si se utiliza algún fluido de contraste, hay un ligero riesgo de reacción alérgica, pero es inferior al que conllevan las sustancias a base de yodo utilizadas normalmente en las radiografías y tomografías. Por lo demás, la resonancia magnética no supone riesgos para el paciente. Sin embargo, debido al efecto del poderoso campo magnético, los pacientes con ciertos implantes quirúrgicos o fragmentos de metal dentro del cuerpo (como balas por ejemplo) quizás no puedan someterse a este tipo de prueba. Si ese es su caso y le recomiendan hacerse una resonancia, notifique a su médico y al técnico encargado de efectuar la prueba.

Beneficios: La resonancia magnética no emplea radiación peligrosa y resulta particularmente útil para detectar anormalidades en los tejidos, sobre todo en el interior o debajo del hueso.

Ecografía

¿Cómo funciona? El escáner por ultrasonido, o ecografía, es básicamente un tipo de sonar que utiliza ondas sonoras imposibles de percibir para el oído humano. Cuando las ondas alcanzan un lugar en el que se produce un cambio de densidad en los tejidos —por ejemplo, la superficie de un órgano—, generan un eco. Una computadora analiza dicho eco y revela en dos o tres dimensiones las características del órgano, como su profundidad, tamaño, forma y consistencia. Las ondas de baja frecuencia permiten obtener imágenes de las zonas más profundas del cuerpo, mientras que las frecuencias ultraelevadas (UHF) facilitan el estudio de órganos superficiales como los ojos y las capas de la piel, y pudieran contribuir al diagnóstico del cáncer de piel.

En la mayoría de los casos, el examinador emplea un instrumento de mano llamado transductor. Tras aplicar un gel transparente a la piel, desliza el transductor sobre la zona de interés, y la imagen resultante aparece de inmediato en una pantalla de computadora. Cuando es necesario, se puede añadir un pequeño transductor a una sonda e insertar esta en alguna abertura natural del cuerpo para posibilitar ciertos exámenes internos.

El ultrasonido Doppler es una técnica sensible al movimiento y se utiliza para observar el flujo sanguíneo, lo cual es muy útil al examinar órganos y también tumores, que suelen contener una cantidad excesiva de vasos sanguíneos.

Las imágenes ecográficas pueden ayudar a los médicos a diagnosticar diversas enfermedades y discernir las causas subyacentes de los síntomas —desde problemas de las válvulas cardíacas hasta quistes en las mamas—, así como a determinar la salud de un feto. Por otra parte, como las ondas ultrasónicas no atraviesan los gases, dicha técnica tiene limitaciones cuando se aplica a ciertas zonas del abdomen. Además, es posible que las imágenes no tengan tan buena resolución como las obtenidas con otras técnicas, como la radiografía.

Riesgos: Aunque el ultrasonido normalmente es seguro si se emplea de la manera adecuada, es un tipo de energía y puede tener efectos físicos en los tejidos, incluso en los del feto. Por lo tanto, las ecografías prenatales no deben considerarse exentas de riesgos.

Beneficios: Es una técnica disponible en muchos lugares, no es agresiva y resulta relativamente barata. Además, proporciona imágenes en tiempo real.

Futuras técnicas

De momento, las investigaciones parecen centrarse en mejorar las técnicas disponibles. Por ejemplo, los científicos están diseñando escáneres de RM cuyo campo magnético es mucho más débil que el de los dispositivos en uso, con lo que se reducen mucho los costos. Una técnica aún en desarrollo es la imagen molecular (IM). Diseñada para detectar cambios en el cuerpo a nivel molecular, la IM promete una pronta detección y tratamiento de las enfermedades.

Las técnicas de diagnóstico por imagen han reducido mucho la necesidad de efectuar exploraciones quirúrgicas dolorosas, arriesgadas e incluso innecesarias. Y cuando gracias a la imagen obtenida se diagnostica y trata prontamente una enfermedad, aumentan las posibilidades de obtener buenos resultados. No obstante, las máquinas son caras. Algunas cuestan más de un millón de dólares.

No cabe duda de que prevenir las enfermedades es mejor que tener que detectarlas y curarlas. Por ello, procure mantenerse sano mediante una dieta adecuada, ejercicio regular, suficiente descanso y un enfoque mental positivo. Proverbios 17:22 asegura: “Un corazón que está gozoso hace bien como sanador”.

[Notas]

^ párr. 2 La tomografía produce imágenes tridimensionales de las estructuras internas del organismo. La palabra se deriva de los términos griegos tomos, que significa “corte” o “sección” y grafía, “escritura”.

^ párr. 5 El recuadro  “¿A cuánta radiación nos exponemos?” ofrece una lista donde se comparan diferentes niveles de radiación.

^ párr. 6 Este artículo solo ofrece una perspectiva general de las técnicas de diagnóstico por imagen, sus riesgos y beneficios. Si desea más información, puede consultar publicaciones especializadas o preguntar a un radiólogo.

[Recuadro de la página 13]

 ¿A CUÁNTA RADIACIÓN NOS EXPONEMOS?

A diario nos vemos expuestos a radiación de fondo, ya sea la que procede de los rayos cósmicos del espacio exterior o la que generan sustancias radiactivas presentes en la naturaleza, como el gas radón. La siguiente comparación puede ayudarnos a determinar el riesgo que suponen ciertas pruebas médicas. La unidad de medida es el milisievert (mSv), y los valores indicados representan promedios.

Cinco horas de vuelo en un avión comercial: 0,03 mSv

Diez días de radiación de fondo natural: 0,1 mSv

Una radiografía dental: 0,04 a 0,15 mSv

Una radiografía torácica: 0,1 mSv

Una mamografía: 0,7 mSv

Una prueba TAC torácica: 8,0 mSv

Si necesita someterse a alguna prueba, no dude en pedirle a su médico o radiólogo información específica sobre los niveles de radiación a los que se verá expuesto o cualquier otra cosa que le preocupe.

[Ilustración de la página 11]

Rayos X

[Ilustración de la página 12]

TAC

[Reconocimiento]

© Philips

[Ilustración de la página 12]

PET

[Reconocimiento]

Por gentileza del Alzheimer’s Disease Education and Referral Center, un servicio del National Institute on Aging

[Ilustración de la página 13]

RM

[Ilustración de la página 14]

Ecografía