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EN PORTADA | ¿HA PERDIDO EL CONTROL DE SU VIDA?

El problema: Demasiadas responsabilidades

El problema: Demasiadas responsabilidades

TODOS esperan algo de usted: sus hijos, su cónyuge, su jefe. Por si eso fuera poco, tiene que cuidar de sus padres. Jamás se imaginó que su vida sería así. Ahora no tiene un minuto libre. Tal vez piense: “¿Qué le voy a hacer? ¡Todos me necesitan!”. Pero pasarse todo el tiempo atendiendo a los demás no es bueno, ni para usted ni para ellos. Pues bien, ¿qué puede hacer para recuperar el control de su vida?

EJEMPLO BÍBLICO: MOISÉS

Cuando Moisés tenía que hacerse cargo de todos los juicios en Israel, quizás pensaba que ese era su deber. Pero su suegro le dijo: “La manera como lo estás haciendo no es buena. De seguro te agotarás”. Le sugirió que escogiera a hombres capaces para que le ayudaran a administrar justicia y que él se encargara únicamente de los casos más difíciles. Su suegro lo tranquilizó asegurándole que de este modo podría aguantar, y que la gente se sentiría bien atendida (Éxodo 18:17-23).

LO QUE HACE DELINA

¿Recuerda a Delina? Ella sufre de distonía, un trastorno neuromuscular. También atiende a tres hermanos suyos que están discapacitados. “Vivir día a día, sin posponer innecesariamente los asuntos, me ayuda a estar tranquila —comenta—. Contarles a otros cómo me siento, especialmente a mi esposo, ha servido para que me ayuden. Además, dedico un poco de tiempo todos los días a arreglar el jardín, y eso me encanta.”

“Para todo hay un tiempo.” (Eclesiastés 3:1)

LO QUE USTED PUEDE HACER

Si siente que le exigen demasiado, intente lo siguiente:

  • Pida ayuda. ¿Pueden encargarse sus hijos de algunas tareas? ¿Tiene amigos o familiares que vivan cerca y que le puedan echar una mano?

  • Sea franco. Por ejemplo, comuníquele a su jefe que no puede con todas las tareas que le pide. Que no suene a amenaza. No le dé a entender que quiere dejar el empleo, simplemente dígale que no puede con todo. Tal vez así logre que le disminuya la carga de trabajo.

  • Haga una lista de lo que le piden hacer en la semana. ¿Es necesario que lo haga todo usted, o alguien le puede ayudar?

  • No tiene por qué aceptar todas las invitaciones. Si está agotado o no tiene tiempo, rechácelas cortésmente.

En resumen: Si quiere encargarse de todo, tal vez al final no pueda hacer nada.