ESTE año se cumple el centenario del estreno del “Foto-Drama de la Creación”, una extraordinaria presentación audiovisual producida para fomentar la fe en la Biblia como la Palabra de Dios. En una época en que el evolucionismo, la alta crítica y el escepticismo habían socavado la fe de mucha gente, el “Foto-Drama” proclamó que Jehová es el Creador.

Charles T. Russell, quien dirigía la obra de los Estudiantes de la Biblia, siempre buscaba los métodos más rápidos y eficaces para difundir la verdad bíblica. Durante más de treinta años, los Estudiantes de la Biblia habían empleado la página impresa, pero ahora se decidieron a probar un nuevo medio: el cine.

En la década de 1890 vieron la luz las primeras películas mudas. Y en 1903 se proyectó una película religiosa en una iglesia de Nueva York. Así que, cuando el hermano Russell comenzó la producción del “Foto-Drama” en 1912, la industria del cine todavía estaba en sus comienzos. Él comprendió que este medio de comunicación podría transmitir la verdad bíblica con una eficacia que la página impresa por sí sola no podía lograr.

La proyección del “Foto-Drama” duraba ocho horas, por lo que solía dividirse en cuatro sesiones. Contenía 96 sermones bíblicos breves leídos por una de las voces masculinas más conocidas de la época. Muchas escenas tenían música clásica de fondo. Hábiles operarios sincronizaban el sonido de las grabaciones fonográficas de voz y música con diapositivas en color y con recreaciones fílmicas de historias bíblicas famosas.

La mayor parte de las secuencias y de las diapositivas de vidrio se obtuvieron en estudios comerciales de Filadelfia, Nueva York, París y Londres. En ellos, artistas profesionales pintaron a mano las diapositivas y las imágenes que formaban las películas. El Estudio de Arte de Betel se encargó de mucho del trabajo de pintura; en numerosas ocasiones había que reemplazar diapositivas que se rompían. No solo se usaron tomas compradas en estudios profesionales, también se filmó en la cercana  ciudad de Yonkers (Nueva York) a miembros de la familia Betel interpretando los papeles de Abrahán, Isaac y el ángel que impidió que Abrahán sacrificara a su hijo (Gén. 22:9-12).

Refiriéndose a este nuevo medio, un colaborador del hermano Russell dijo a la prensa: “Tendrá más éxito en despertar el interés de infinidad de personas en las Escrituras que cualquier otra cosa que se haya hecho hasta ahora para difundir mensajes religiosos”. ¿Cómo reaccionaría el clero? ¿Aplaudiría el empleo de un método tan innovador para satisfacer el hambre espiritual de la gente? Al contrario. En general, los ministros de la cristiandad criticaron duramente el “Foto-Drama”. Algunos incluso trataron de impedir, ya sea con astucia o de forma descarada, que el público lo viera. En cierto lugar, una asociación de ministros llegó al extremo de cortar la electricidad.

A pesar de todo, la gente llenó los teatros para ver gratis el “Foto-Drama”, que en Estados Unidos se exhibía en 80 ciudades cada día. Muchos de los asombrados espectadores nunca habían visto una película sonora. El sistema de fotografía con tomas a intervalos prefijados les permitió observar cómo un pollito salía del cascarón y un capullo se abría delicadamente. La información científica ofrecida destacaba la maravillosa sabiduría de Jehová. Como se mencionó al comienzo, al ver al hermano Russell en pantalla presentando el “Foto-Drama”, un espectador incluso exclamó: “¡Se parece más al hermano Russell que el propio hermano Russell!”.

El historiador de cine Tim Dirks explicó que el “Foto-Drama” fue “la primera producción importante con sonido sincronizado (diálogo grabado), imágenes en movimiento y diapositivas en color que podían proyectarse con linterna mágica”. Las películas anteriores al “Foto-Drama” habían utilizado algunas de estas técnicas, pero no todas en una misma presentación, y mucho menos en una de contenido bíblico. Y ninguna tuvo más público, pues tan solo en el primer año la vieron nueve millones de personas en Norteamérica, Europa, Australia y Nueva Zelanda.

El “Foto-Drama” se estrenó el 11 de enero de 1914 en la ciudad de Nueva York. Siete meses después llegó la catástrofe conocida posteriormente como I Guerra Mundial. Aun así, miles de personas asistieron a las presentaciones del “Foto-Drama” alrededor del mundo y encontraron consuelo en sus vívidas descripciones de todo lo bueno que traerá el Reino de Dios. Desde todo punto de vista, el “Foto-Drama” fue algo verdaderamente excepcional para el año 1914.