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CAPÍTULO 12

“¿Es Dios injusto?”

“¿Es Dios injusto?”

1. ¿Cómo podríamos sentirnos al ver injusticias?

 UNA viuda ya mayor es víctima de una estafa y pierde los ahorros de toda su vida. Un bebé indefenso es abandonado cruelmente por su propia madre. Un hombre va a la cárcel por un delito que no cometió. ¿Cómo reacciona usted al ver situaciones como estas? Seguramente se siente muy mal. Y es lógico, ya que los seres humanos tenemos un fuerte sentido del bien y del mal. Nos indignan las injusticias, y queremos que la gente mala reciba su merecido y que las víctimas reciban ayuda. Pero, cuando esto no pasa, quizá nos preguntemos: “¿Es que Dios no ve lo que ocurre? ¿Por qué no hace nada?”.

2. ¿Qué dijo Habacuc en oración, y por qué no lo regañó Jehová?

2 A lo largo de la historia ha habido siervos fieles de Jehová que se han hecho preguntas parecidas. Por ejemplo, el profeta Habacuc le oró a Dios: “¿Por qué me haces ver tantas injusticias y tú aceptas el espectáculo de la opresión? Ante mí no hay más que robos y violencia, por todas partes hay querellas y discordias” (Habacuc 1:3, Martín Nieto, 1992). Jehová no lo regañó por preguntarle eso. Dios mismo fue quien le dio al ser humano el sentido de la justicia. Y, en realidad, nuestro sentido de la justicia es un reflejo a menor escala del suyo.

Jehová odia la injusticia

3. ¿Por qué puede decirse que Jehová está más al tanto de las injusticias que nosotros?

3 Jehová ve todas las injusticias que hace la gente. Al hablar de la época de Noé, la Biblia dice: “Jehová vio que la maldad del hombre crecía en la tierra y que los pensamientos de su corazón estaban inclinados solo hacia el mal todo el tiempo” (Génesis 6:5). Pensemos en lo que esto quiere decir. Nosotros solo estamos al tanto de las injusticias que hemos vivido o nos han contado. En cambio, como Jehová lo ve todo, está al tanto de las injusticias que hay en todo el mundo. Lo que es más, él ve las cosas malas que hay en el corazón de las personas que cometen injusticias (Jeremías 17:10).

4, 5. a) ¿Cómo muestra la Biblia que Jehová se preocupa por quienes sufren injusticias? b) ¿Qué injusticias ha aguantado Jehová?

4 Ahora bien, Jehová no solo está al tanto de las injusticias, sino que se preocupa por las víctimas. Cuando sus siervos sufrían a manos de naciones crueles, él se sentía angustiado “al oírlos gemir por culpa de quienes los oprimían y maltrataban” (Jueces 2:18). Tal vez se haya dado cuenta de que, a veces, cuando alguien ve muchas injusticias, termina acostumbrándose y hasta se vuelve insensible. Pero a Jehová no le pasa eso. Aunque lleva más de 6.000 años viendo injusticias, las sigue odiando. De hecho, la Biblia nos asegura que él detesta cosas como “una lengua mentirosa”, “manos que derraman sangre inocente” y “un testigo falso que miente cada vez que abre la boca” (Proverbios 6:16-19).

5 Otra prueba de que Jehová odia las injusticias es lo que les dijo a los líderes corruptos de Israel. Primero, mediante el profeta Miqueas, les preguntó: “¿No deberían saber lo que es justo?”. Luego, describió de forma impactante cómo abusaban del poder, y predijo lo que les pasaría: “Llamarán a Jehová pidiendo auxilio, pero él no les responderá. En ese tiempo, él ocultará de ellos su rostro por causa de sus malvadas acciones” (Miqueas 3:1-4). ¡Cuánto asco le dan las injusticias! Y es lógico, pues él mismo ha tenido que sufrir muchas. Lleva miles de años soportando los desafíos de Satanás (Proverbios 27:11). Además, sufrió mucho al vivir la injusticia más grave de todas: el asesinato de su Hijo, a quien mataron como un delincuente a pesar de que “no cometió ningún pecado” (1 Pedro 2:22; Isaías 53:9). No hay duda de que Jehová está al tanto de los que sufren y de que se preocupa por ellos.

6. ¿Cómo puede que reaccionemos ante las injusticias, y por qué?

6 Nosotros estamos hechos a la imagen de Dios (Génesis 1:27). Por eso, como las injusticias están totalmente en contra de la personalidad de Jehová, es natural que nos indignemos cuando las vemos o las sufrimos. Pero, entonces, ¿por qué las permite Dios?

Una cuestión que es muy importante

7. Explique cómo se manchó la reputación de Dios y cómo se cuestionó su forma de gobernar.

7 Para saber por qué permite Dios las injusticias, veamos una importante cuestión que surgió en el jardín de Edén. Como hemos visto, el Creador tiene el derecho de gobernar la Tierra y a sus habitantes (Salmo 24:1; Apocalipsis 4:11). No obstante, al comienzo de la historia humana, alguien manchó el buen nombre de Dios —o su reputación— y cuestionó su forma de gobernar. ¿Qué fue lo que pasó? Jehová le había mandado al primer hombre, Adán, que no comiera del fruto de cierto árbol del jardín en el que vivía. Pero ¿y si desobedecía? “Sin falta morirás”, le había advertido Dios (Génesis 2:17). Aquel mandato no representaba ningún problema para él ni para su esposa, Eva. Sin embargo, Satanás convenció a Eva de que Jehová era demasiado estricto. ¿Qué le dijo Satanás que le ocurriría si comía del árbol? “De ningún modo morirán. De hecho, Dios sabe que el mismo día en que coman de él se les abrirán los ojos y serán como Dios: conocerán lo bueno y lo malo” (Génesis 3:1-5). Pero eso era mentira.

8. a) ¿Qué dio a entender Satanás con lo que le dijo a Eva? b) ¿Qué ataques lanzó el Diablo contra el nombre de Jehová y su gobierno?

8 Satanás dio a entender que Jehová le estaba ocultando a Eva información muy valiosa y que Dios era un mentiroso. Al hacer que Eva dudara sobre la clase de persona que Jehová es en realidad, atacó la reputación de Dios. Eso fue una gravísima falta de respeto al nombre de Jehová. Y también atacó su manera de gobernar. Ahora bien, el Diablo fue astuto y no cuestionó que Dios gobernara, sino que su gobierno fuera legítimo y justo, y que él mereciera gobernar. Es decir, afirmó que Jehová no gobierna de forma justa y que no se interesa por sus siervos.

9. a) ¿Qué les pasó a Adán y Eva, y qué importantes cuestiones surgieron? b) ¿Por qué no eliminó Dios de inmediato a los rebeldes?

9 Al final, Adán y Eva comieron del árbol prohibido. Por haberle desobedecido a Dios, él los castigó con la muerte, tal y como les había dicho. La mentira del Diablo hizo surgir algunas cuestiones muy importantes. Por ejemplo, ¿de veras tiene Jehová el derecho de gobernar a la humanidad, o debería el ser humano gobernarse a sí mismo? ¿Gobierna Dios de la mejor forma posible? Jehová pudo haber usado su inmenso poder para acabar con Adán, Eva y Satanás. Pero aquellas cuestiones no ponían en duda su poder, sino su nombre o reputación, lo que incluye su forma de gobernar. Si Jehová hubiera eliminado a esos rebeldes de inmediato, no se habría demostrado que él es un gobernante justo. Más bien, habría parecido que el Diablo tenía razón. La única manera de saber si los seres humanos podían gobernarse bien ellos solos —sin la ayuda de Dios— era dejando que pasara el tiempo.

10. ¿Qué ha demostrado el tiempo sobre la forma en que el ser humano se gobierna?

10 ¿Qué ha demostrado el paso del tiempo? El ser humano lleva miles de años probando distintos gobiernos y sistemas, como la autocracia, la democracia, el socialismo y el comunismo. ¿Y cuál ha sido el resultado? La Biblia dice: “El hombre ha dominado al hombre para su propio mal” (Eclesiastés 8:9). Con razón, el profeta Jeremías dijo: “Oh, Jehová, yo sé muy bien que el hombre no es dueño de su camino. Al hombre que está andando ni siquiera le corresponde dirigir sus pasos” (Jeremías 10:23).

11. ¿Por qué permite Dios el sufrimiento?

11 Jehová sabía desde el principio que, si los humanos se gobernaban solos, iban a sufrir. Entonces, si ya lo sabía, ¿por qué lo permitió? ¿Significa eso que fue injusto? ¡Claro que no! Imagine, por ejemplo, que usted tiene un hijo que necesita operarse. Si no lo operan, morirá. Usted sabe que la cirugía implicará cierto grado de dolor para él. Pero también sabe que solo así su hijo disfrutará de buena salud en el futuro. De igual modo, Dios sabía —y hasta predijo— que dejar que el ser humano gobernara implicaría cierto grado de dolor y sufrimiento (Génesis 3:16-19). Pero también sabía que la única solución permanente implicaba permitir que todo el mundo viera las malas consecuencias de querer ser independientes. Así se resolvería la cuestión de forma definitiva, para siempre.

La cuestión de la integridad del ser humano

12. Tal como muestra el caso de Job, ¿qué acusación lanzó Satanás contra los seres humanos?

12 Cuando Satanás cuestionó el derecho de gobernar de Dios y su forma de hacerlo, no solo dijo mentiras sobre la soberanía de Jehová y su nombre. También dijo mentiras sobre los siervos de Dios y cuestionó sus motivos. Fíjese, por ejemplo, en lo que le dijo a Jehová acerca de Job, un hombre justo: “¿No has puesto tú un cerco protector alrededor de él, de su casa y de todo lo que tiene? Has bendecido el trabajo de sus manos, y su ganado se ha esparcido por toda la región. Pero ahora extiende tu mano y golpea todo lo que tiene, y seguro que te maldice en tu misma cara” (Job 1:10, 11).

13. ¿Qué dio a entender Satanás con las acusaciones contra Job, y qué tiene que ver esto con todos los seres humanos?

13 Satanás afirmó que Jehová se valía de su poder protector para ganarse el amor y la adoración de Job. Con esto, a su vez, quiso decir que la integridad de Job era pura farsa, que adoraba a Dios solo por las bendiciones que recibía. Dijo que, por muy bueno que fuera Job, si Dios le quitaba todo lo que le había dado, este hombre terminaría maldiciéndolo. El Diablo sabía la clase de persona que era Job, de quien se dijo: “Es un hombre íntegro y recto que teme a Dios y evita todo lo malo”. a Así que, si Satanás conseguía que alguien así se pusiera en contra de Jehová, ¿qué no haría con el resto de las personas? En realidad, cuestionó la lealtad de todos los que le sirven a Dios. Y eso lo confirman las palabras que luego le dirigió a Jehová: “El hombre dará todo lo que tiene por salvar su vida” (Job 1:8; 2:4).

14. ¿Qué ha demostrado la historia sobre lo que dijo Satanás?

14 A diferencia de lo que dijo Satanás, la historia ha demostrado que muchas personas, igual que Job, han seguido siendo leales a Jehová a pesar de las pruebas. Los ejemplos de fidelidad de todas ellas han hecho feliz a Jehová. Y además él puede usar esos ejemplos para demostrar que Satanás está muy equivocado cuando dice con arrogancia que los seres humanos dejarán de servir a Dios cuando tengan problemas (Hebreos 11:4-38). Y es que los justos se niegan a darle la espalda a Jehová. Hasta cuando pasan por situaciones muy graves, confían plenamente en que él les dará las fuerzas para aguantar (2 Corintios 4:7-10).

15. ¿Qué podríamos preguntarnos sobre cómo juzga Jehová?

15 La manera en que Jehová reaccionó ante las acusaciones sobre su forma de gobernar y sobre los motivos por los que le sirven los seres humanos es una prueba de que él siempre es justo. Pero la Biblia nos da otras pruebas. En ella vemos cómo Jehová juzgó a personas y naciones enteras en el pasado. Y también predice que él juzgará a la gente en el futuro. ¿Por qué podemos confiar en que su forma de juzgar ha sido justa y siempre lo será?

Por qué es perfecta la justicia de Dios

Jehová nunca destruirá a las “personas justas junto con la gente malvada”.

16, 17. ¿Qué casos prueban nuestra corta visión de la justicia?

16 La Biblia dice sobre Jehová: “Todos sus caminos son justos” (Deuteronomio 32:4). Pero no se puede decir esto de ningún ser humano, pues tenemos una visión muy corta y no vemos el cuadro completo. Pensemos, por ejemplo, en Abrahán. Él le suplicó a Jehová que no destruyera Sodoma, a pesar de ser una ciudad llena de maldad. Le preguntó: “¿De veras vas a destruir a personas justas junto con la gente malvada?” (Génesis 18:23-33). Está claro que Jehová nunca haría eso. De hecho, antes de hacer “llover fuego y azufre sobre Sodoma”, esperó a que el justo Lot y sus hijas salieran de allí y llegaran a salvo a la ciudad de Zóar (Génesis 19:22-24). Ahora vayamos al otro extremo y pensemos en el profeta Jonás. Él había predicho que Dios acabaría con los malvados ninivitas. Ahora bien, ellos se arrepintieron sinceramente y Dios les mostró misericordia. Pero entonces Jonás “se puso muy furioso” porque no los destruyó (Jonás 3:10-4:1).

17 Jehová le confirmó a Abrahán que él es justo y siempre protege a las personas buenas cuando elimina a los malvados. Por otro lado, Jonás tuvo que aprender que Dios es misericordioso. Jehová está “dispuesto a perdonar” a la gente mala que cambia (Salmo 86:5). Él no es como muchas personas que imponen castigos solo para demostrar que tienen poder. Y tampoco es como quienes no muestran misericordia por miedo a parecer débiles. Su criterio es mostrar misericordia siempre que haya una buena razón para hacerlo (Isaías 55:7; Ezequiel 18:23).

18. ¿Qué demuestra que Dios no se deja llevar por los sentimientos?

18 Ahora bien, Jehová no se deja llevar por los sentimientos. Cuando su pueblo cayó por completo en la idolatría, le advirtió: “Te juzgaré según tu conducta y te pediré cuentas por todas tus acciones detestables. Mis ojos no sentirán lástima de ti, no tendré compasión, porque haré que recaigan sobre ti los resultados de tu propia conducta” (Ezequiel 7:3, 4). Así que, cuando las personas se niegan a dejar de hacer lo que está mal, se ganan el castigo de Jehová. Pero, antes de castigarlas, siempre se asegura de todos los hechos. Por ejemplo, cuando oyó fuertes “gritos de queja contra Sodoma y Gomorra”, dijo: “Voy a bajar para ver si las quejas que me han llegado son ciertas y de veras se están comportando tan mal” (Génesis 18:20, 21). Es cierto que muchos se precipitan a sacar conclusiones sin tener todos los datos. Pero ¡qué agradecidos estamos de que Jehová no sea así! Como dice la Biblia, “es un Dios fiel que nunca comete injusticias” (Deuteronomio 32:4).

Confiemos en la justicia de Jehová

19. ¿Qué haremos si nos entran dudas sobre cómo juzga Jehová?

19 La Biblia no siempre explica por qué Jehová actuó de cierta manera. Tampoco da todos los detalles sobre los juicios que hará en el futuro, cuando juzgue a las personas tanto de forma individual como colectiva. Si nos entran dudas al leer ciertas historias o profecías bíblicas que no incluyen todos los detalles, imitemos la lealtad del profeta Miqueas. Él escribió: “Esperaré pacientemente al Dios de mi salvación” (Miqueas 7:7).

20, 21. ¿Cómo sabemos que Jehová siempre hará lo que es justo?

20 Podemos estar seguros de que, en todos los casos, Jehová hará lo que es justo. Aunque los seres humanos pasen por alto ciertas injusticias, él promete: “Mía es la venganza; yo les daré su merecido” (Romanos 12:19). Si esperamos pacientemente a que Jehová actúe, demostraremos la misma confianza que tenía el apóstol Pablo, que dijo: “¿Es Dios injusto? ¡Claro que no!” (Romanos 9:14).

21 Por ahora, vivimos en “tiempos críticos y difíciles de soportar” (2 Timoteo 3:1). Muchas personas sufren por culpa de “los abusos que se cometen” (Eclesiastés 4:1). Pero Jehová no ha cambiado. Sigue odiando las injusticias y se preocupa mucho por quienes han recibido un trato injusto. Si nos mantenemos leales a él y apoyamos su soberanía, nos seguirá dando fuerzas para aguantar hasta que llegue el momento en que acabe con todas las injusticias mediante su Reino (1 Pedro 5:6, 7).

a Jehová había dicho de Job: “No hay nadie como él en la tierra” (Job 1:8). Posiblemente, Job vivió poco después de la muerte de José y antes de que Jehová eligiera a Moisés como líder de Israel. Esto explicaría por qué en aquel entonces no había nadie tan íntegro como Job.