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¿Qué explicación es más razonable?

¿Qué explicación es más razonable?

¿Qué explicación es más razonable?

NINGÚN ser humano presenció el surgimiento de la vida en la Tierra, como tampoco nadie ha visto un organismo evolucionar hasta convertirse en otro; por ejemplo, un reptil en mamífero. * Así que para llegar a conclusiones sobre el origen de la vida, tenemos que fundarnos en las pruebas existentes. Y tenemos que dejar que estas hablen por sí solas en vez de forzarlas para que digan lo que queremos.

Sin embargo, muchos ateos ven la ciencia a través del lente del materialismo, doctrina filosófica que atribuye el origen de la vida a causas puramente materiales. “Tenemos un compromiso previo [...] con el materialismo —escribió el evolucionista Richard C. Lewontin⁠—. Ese materialismo es absoluto, porque no podemos permitir que la divinidad meta el pie en la puerta.” Es natural, pues, que los materialistas abracen la única alternativa que les queda: la evolución.

Las personas religiosas también tienen ideas preconcebidas que distorsionan su actitud hacia la ciencia. Por ejemplo, como ya se mencionó, algunos creacionistas se aferran a la noción equivocada de que Dios formó el mundo en seis días de veinticuatro horas hace unos cuantos miles de años. Al estar comprometidos con esta interpretación extremadamente literal de la Biblia, tratan de hacer encajar las pruebas a la fuerza (véase el recuadro  “¿Cuánto dura un ‘día’?”, de la página 9). Como vemos, quienes interpretan de manera extremada ya sea la Biblia o la ciencia se quedan sin respuestas satisfactorias cuando intentan demostrar el fundamento de su fe.

¿Qué explicación encaja con todos los hechos?

Algunos evolucionistas creen lo siguiente con respecto al origen de las complejas moléculas que componen los organismos vivos:

1. De alguna manera, los elementos primordiales se combinaron para formar moléculas básicas.

2. Dichas moléculas se enlazaron siguiendo las secuencias exactas para formar ADN, ARN y proteínas con la capacidad de almacenar la información necesaria para los procesos esenciales de la vida.

3. Las moléculas formaron de algún modo las secuencias precisas para replicarse a sí mismas. Sin la replicación no puede haber desarrollo evolutivo; es más, ni siquiera puede haber vida.

¿Cómo se formaron las moléculas de la vida y cómo adquirieron sus asombrosas capacidades sin un diseñador inteligente? Los investigadores evolutivos no pueden explicar o responder de manera satisfactoria las preguntas sobre el origen de la vida. En efecto, quienes niegan la intervención de un Creador atribuyen poderes divinos a las moléculas y las fuerzas naturales ciegas.

Ahora bien, ¿qué indican los hechos? Las pruebas no muestran que las moléculas se conviertan en formas de vida complejas, sino todo lo contrario: las leyes físicas dictan que las cosas complejas —las máquinas, las casas y hasta las células⁠— se desintegran con el tiempo. * Los evolucionistas, sin embargo, afirman lo opuesto. Por ejemplo, el libro Evolution for Dummies (La evolución para tontos) dice que la evolución tuvo lugar porque la Tierra “recibe muchísima energía del Sol, y esa energía es el motor de la complejidad”.

Es cierto que se necesita energía para transformar el desorden en orden; por ejemplo, para armar una casa con ladrillos, tablas y clavos. Pero esa energía debe ser controlada cuidadosamente y empleada con precisión. ¿Por qué? Porque la energía descontrolada tiende a acelerar la descomposición de las cosas, tal como la energía del Sol y de los elementos atmosféricos puede precipitar el deterioro de un edificio. * Los defensores de la evolución no pueden explicar a satisfacción cómo es posible que la energía se dirija a sí misma para crear.

Por otro lado, cuando se ve la vida y el universo como la obra de un Creador sabio que posee “abundancia de energía dinámica”, es posible explicar no solo la complejidad de los sistemas de información de la vida, sino también las fuerzas finamente sincronizadas que rigen la materia, desde las vastas galaxias hasta los diminutos átomos (Isaías 40:26). *

La creencia en un Creador también armoniza con la idea generalmente aceptada de que el universo físico tuvo un comienzo. “En el principio Dios creó los cielos y la tierra”, afirma Génesis 1:1.

Con cada nuevo descubrimiento, la filosofía del materialismo se hace invariablemente más difícil de defender, lo que ha movido a algunos ateos a reexaminar sus puntos de vista. * En consecuencia, han llegado a la conclusión de que las maravillas del universo son prueba visible de “las cualidades invisibles” y el “poder sempiterno” de nuestro Creador, Jehová Dios (Romanos 1:20). ¿Por qué no plantearse la posibilidad de considerar este asunto más a fondo? Nada podría ser más importante ni tener consecuencias más profundas. *

[Notas]

^ párr. 2 El biólogo Ernst Mayr, aunque firme creyente en la evolución, admitió que “el registro fósil es un registro discontinuo”, ya que los nuevos tipos de organismos aparecen de repente.

^ párr. 11 Dicha desintegración obedece a lo que los científicos llaman la segunda ley de la termodinámica. En pocas palabras, esta ley establece que el orden tiende naturalmente al desorden.

^ párr. 12 El ADN puede sufrir alteraciones debido a las mutaciones, que son provocadas por agentes como la radiación o ciertas sustancias químicas; sin embargo, las mutaciones no crean nuevas especies (véase el artículo “¿Es la evolución una realidad?”, de ¡Despertad! de septiembre de 2006).

^ párr. 13 Véase el libro ¿Existe un Creador que se interese por nosotros?, editado por los testigos de Jehová.

^ párr. 15 Véase el artículo “Fui ateo desde pequeño”, de ¡Despertad! de noviembre de 2010.

^ párr. 15 Para más información sobre la creación y la evolución, véanse los folletos ¿Es la vida obra de un Creador? y El origen de la vida. Cinco cuestiones dignas de análisis, editados por los testigos de Jehová.

[Recuadro de la página 8]

¿ESTÁ EL HOMBRE EVOLUCIONANDO O DETERIORÁNDOSE?

A algunos científicos les preocupa mucho el hecho de que el genoma humano se está deteriorando debido a la acumulación de mutaciones, o imperfecciones. De ser cierto, esto echaría por tierra la hipótesis de que estamos evolucionando, o mejorando. Pero si fue Dios quien creó el genoma, ¿por qué tiene defectos? La Biblia nos dice lo que la ciencia no puede: que la imperfección humana es consecuencia del pecado, o sea, de la desobediencia a Dios. “Por medio de un solo hombre [Adán] el pecado entró en el mundo, y la muerte mediante el pecado”, explica Romanos 5:12. El deterioro del genoma es un argumento en contra de la evolución y en favor de la Biblia. ¿Continuará por siempre este deterioro? No. Dios ha prometido tomar cartas en el asunto y deshacer el daño causado por nuestros primeros padres. En efecto, será el Creador, no la ciega evolución, quien perfeccione nuestro genoma (Revelación [Apocalipsis] 21:3, 4).

[Recuadro de la página 9]

 ¿CUÁNTO DURA UN “DÍA”?

En la Biblia se emplea la palabra día para aludir a diversos períodos de tiempo. Por ejemplo, Génesis 2:4 se refiere al entero período creativo de seis días como “el día que Jehová Dios hizo tierra y cielo”. Cada día creativo debió de extenderse por un período considerable de tiempo. Interesa resaltar que aunque la Biblia menciona específicamente el final de cada uno de los primeros seis días, no hace lo mismo con respecto al séptimo. ¿Por qué? Porque aún no termina (Génesis 2:3; Hebreos 4:4-6, 11).

[Ilustración de la página 8]

Las cosas tienden a deteriorarse si no reciben mantenimiento

[Ilustración de las páginas 8 y 9]

El poder de Dios y otras cualidades suyas se manifiestan en el universo