Las Buenas Noticias según Marcos 10:1-52

10  Después se fue de allí y llegó a los límites de Judea, al otro lado del Jordán. De nuevo se juntaron multitudes a su alrededor. Y, como de costumbre, se puso a enseñarles.+  Entonces se dirigieron a él unos fariseos que querían ponerlo a prueba y le preguntaron si estaba permitido que un hombre se divorciara de su esposa.+  Él les respondió: “¿Qué les mandó Moisés?”.  Ellos dijeron: “Moisés permitió que se escribiera un certificado de divorcio y se despidiera a la esposa”.+  Entonces Jesús les dijo: “Moisés les puso por escrito ese mandamiento por la terquedad* de ustedes.+  Pero, en el principio de la creación, Dios ‘los hizo hombre y mujer’+  y ‘por esa razón el hombre dejará a su padre y a su madre,+  y los dos serán una sola carne’,+ así que ya no son dos, sino una sola carne.  Por lo tanto, lo que Dios ha unido,* que no lo separe ningún hombre”.+ 10  Cuando volvieron a estar en la casa, los discípulos se pusieron a preguntarle sobre este asunto. 11  Él les dijo: “Todo el que se divorcie de su esposa y se case con otra comete adulterio+ contra la primera. 12  Y, si alguna vez una mujer se divorcia de su esposo y se casa con otro, también ella comete adulterio”.+ 13  Entonces la gente empezó a traerle niños para que los tocara, pero los discípulos los reprendieron.+ 14  Al ver esto, Jesús se indignó y les dijo: “Dejen que los niños se acerquen a mí. No traten de impedírselo, porque el Reino de Dios es de los que son como ellos.+ 15  Les aseguro que el que no acepte el Reino de Dios como un niño jamás entrará en él”.+ 16  Y tomó a los niños en sus brazos y comenzó a bendecirlos poniendo las manos sobre ellos.+ 17  Cuando iba por el camino, un hombre vino corriendo, cayó de rodillas delante de él y le preguntó: “Buen Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?”.+ 18  Jesús le dijo: “¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno excepto uno solo: Dios.+ 19  Tú conoces los mandamientos: no asesines,+ no cometas adulterio,+ no robes,+ no des falso testimonio,+ no cometas fraude,+ honra a tu padre y a tu madre”.+ 20  El hombre le dijo: “Maestro, llevo obedeciendo todo esto desde muy joven”. 21  Jesús lo miró y, sintiendo cariño por él, le dijo: “Te falta una cosa: ve a vender lo que tienes y dales el dinero a los pobres; así tendrás un tesoro en el cielo. Luego ven y sé mi seguidor”.+ 22  Pero, al oír esta respuesta, el hombre se desanimó y se fue muy triste, ya que tenía muchas posesiones. 23  Después de mirar a su alrededor, Jesús les dijo a sus discípulos: “¡Qué difícil va a ser para los que tienen dinero entrar en el Reino de Dios!”.+ 24  Pero a los discípulos les sorprendieron sus palabras. Jesús entonces les dijo: “Hijos míos, ¡qué difícil es entrar en el Reino de Dios! 25  Es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja que para un rico entrar en el Reino de Dios”.+ 26  Eso los dejó más impactados todavía, y le dijeron: “Entonces, ¿quién se podrá salvar?”.+ 27  Mirándolos directamente, Jesús les dijo: “Para los humanos esto es imposible, pero no para Dios, porque para Dios todo es posible”.+ 28  Pedro se puso a decirle: “Mira que nosotros lo hemos dejado todo para seguirte”.+ 29  Jesús les dijo: “Les aseguro que no hay nadie que haya dejado hogar, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o campos por mí y por las buenas noticias+ 30  que no reciba ahora, en este tiempo,* 100 veces más —casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y campos, aunque con persecuciones—+ y, en el sistema que viene, vida eterna. 31  Pero muchos que son primeros serán últimos, y muchos que son últimos serán primeros”.+ 32  Ahora bien, todos iban por el camino que sube a Jerusalén. Jesús iba delante y los discípulos lo seguían asombrados, y a los que venían detrás les dio miedo. De nuevo se llevó aparte a los Doce y les empezó a recordar las cosas que le pasarían poco tiempo después.+ 33  Les dijo: “Miren, estamos subiendo a Jerusalén, y allí el Hijo del Hombre va a ser entregado a los sacerdotes principales y a los escribas. Lo condenarán a muerte y lo entregarán a hombres de las naciones. 34  Estos se burlarán de él, le escupirán+ y le darán latigazos, y lo matarán, pero tres días después resucitará”.*+ 35  Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo,+ se le acercaron y le dijeron: “Maestro, queremos que hagas por nosotros lo que te pidamos”.+ 36  “¿Qué quieren que haga por ustedes?”, les preguntó él. 37  Ellos le contestaron: “Concédenos sentarnos contigo, uno a tu derecha y otro a tu izquierda, cuando estés en tu gloria”.+ 38  Pero Jesús les dijo: “Ustedes no saben lo que están pidiendo. ¿Acaso pueden beber de la copa de la que yo estoy bebiendo o ser bautizados con el bautismo con el que se me está bautizando a mí?”.+ 39  “Sí podemos”, le respondieron. Entonces Jesús les dijo: “Ustedes van a beber de la copa de la que yo estoy bebiendo y van a ser bautizados con el bautismo con el que se me está bautizando a mí.+ 40  Pero yo no soy el que dice quiénes van a sentarse a mi derecha o a mi izquierda. Esos lugares son para aquellos para quienes han sido preparados”. 41  Cuando los otros 10 se enteraron de esto, se indignaron con Santiago y Juan.+ 42  Pero Jesús los reunió a todos y les dijo: “Saben que los que parecen gobernar a* las naciones dominan al pueblo y que sus hombres importantes tienen autoridad sobre la gente.+ 43  Entre ustedes no debe ser así. Más bien, el que quiera llegar a ser grande entre ustedes tiene que servir a* los demás+ 44  y el que quiera ser el primero entre ustedes tiene que ser el esclavo de todos. 45  Y es que ni siquiera el Hijo del Hombre vino para que le sirvieran, sino para servir a los demás+ y para dar su vida como rescate a cambio de muchas personas”.+ 46  Entonces entraron en Jericó. Cuando Jesús y sus discípulos salían de Jericó con una multitud bastante grande, Bartimeo (hijo de Timeo), un mendigo ciego, estaba sentado junto al camino.+ 47  Al oír que el que pasaba era Jesús el Nazareno, empezó a gritar: “¡Hijo de David,+ Jesús! ¡Ten compasión* de mí!”.+ 48  Ante eso, muchos se pusieron a reprenderlo y le decían que se callara, pero él gritaba más todavía: “¡Hijo de David, ten compasión de mí!”. 49  Así que Jesús se detuvo y les dijo: “Llámenlo, que venga aquí”. Ellos le dijeron al ciego: “¡Ánimo! Levántate, que te está llamando”. 50  Quitándose rápidamente el manto, él se puso de pie de un salto y fue adonde estaba Jesús. 51  Entonces Jesús le preguntó: “¿Qué quieres que haga por ti?”. El ciego le respondió: “Rabbóni,+ que recupere la vista”. 52  Y Jesús le dijo: “Vete, tu fe te ha curado”.*+ Enseguida el hombre volvió a ver,+ y empezó a seguirlo por el camino.

Notas

Lit. “dureza de corazón”.
O “ha puesto bajo el mismo yugo”.
O “en el presente”.
Lit. “se levantará”.
O “son reconocidos como gobernantes de”.
O “ser ministro de”.
Lit. “misericordia”.
O “te ha salvado”.

Notas de estudio

los límites de Judea, al otro lado del Jordán. Parece que se refería a la región de Perea, al este del río Jordán, y más en particular a la parte que limitaba con Judea. Jesús dejó Galilea y solo regresó después de ser resucitado. Ver apén. A7 (mapa 5).

los límites de Judea, al otro lado del Jordán. Parece que se refería a la región de Perea, al este del río Jordán, y más en particular a la parte que limitaba con Judea. Ver la nota de estudio de Mt 19:1 y el apén. A7 (mapa 5).

certificado de divorcio. La Ley exigía que el hombre que quisiera divorciarse preparara un documento legal, para lo que probablemente tendría que consultar a los ancianos. De este modo, la Ley le daba tiempo al hombre para pensarlo dos veces antes de tomar esta decisión tan seria. Aparentemente, la intención era evitar los divorcios precipitados y dar cierto grado de protección legal a la mujer (Dt 24:1). Pero, en tiempos de Jesús, los líderes religiosos habían hecho que el divorcio fuera fácil de conseguir. Según el historiador del siglo primero Josefo, que era un fariseo divorciado, estaba permitido por cualquier causa, y entre los hombres había muchas causas de esas. Ver la nota de estudio de Mt 5:31.

certificado de divorcio. Ver la nota de estudio de Mt 19:7.

el principio de la creación. Probablemente se refiere a la creación de la humanidad. Aquí Jesús habla de cómo el Creador instituyó el matrimonio entre un hombre y una mujer, y así sentó la base de la sociedad humana.

Dios. Lit. “él”. Algunos manuscritos antiguos explicitan el sujeto y dicen “Dios”.

una sola carne. Esta expresión es una traducción literal al griego del término hebreo que aparece en Gé 2:24, y también podría traducirse como “un solo cuerpo” o “un solo ser”. Describe la unión más estrecha posible entre dos seres humanos. No solo hace referencia a las relaciones sexuales sino a toda la relación, lo que convierte a dos personas en compañeros fieles e inseparables. Esta unión no puede romperse sin que los dos sufran.

una sola carne. O “un solo ser”. Ver la nota de estudio de Mt 19:5.

inmoralidad sexual. En griego, pornéia, una expresión general que abarca todo tipo de relaciones sexuales prohibidas según la Biblia. Incluye el adulterio, la prostitución, las relaciones sexuales entre personas no casadas entre sí, la homosexualidad y el sexo con animales. Ver glosario.

se divorcie de su esposa. O “despida a su esposa”. Las palabras de Jesús registradas por Marcos deben interpretarse a la luz de la declaración más completa que se encuentra en Mt 19:9, que incluye la frase “a menos que sea por inmoralidad sexual” (ver la nota de estudio de Mt 5:32). Lo que Marcos escribió al citar estas palabras de Jesús es aplicable a obtener un divorcio por cualquier razón que no sea la “inmoralidad sexual” (en griego, pornéia) del cónyuge infiel.

comete adulterio contra la primera. Aquí Jesús rechaza la enseñanza rabínica común en la época que permitía que los hombres se divorciaran de sus esposas “por cualquier motivo” (Mt 19:3, 9). El concepto de cometer adulterio contra la esposa era extraño para la mayoría de los judíos. Los rabinos enseñaban que un esposo nunca sería culpable de cometer adulterio contra su esposa, que solo la mujer podía ser considerada infiel. Pero, al indicar que el esposo tenía la misma obligación moral que la esposa, Jesús estaba dignificando y elevando el papel de la mujer.

si alguna vez una mujer se divorcia de su esposo. Con esta frase, Jesús reconoce que una mujer tiene derecho a divorciarse de su esposo infiel, algo que al parecer no era aceptable entre los judíos de su época. De acuerdo con las palabras de Jesús, en el sistema cristiano se aplicaría la misma norma tanto a hombres como a mujeres.

niños. Puede que estos niños fueran de diversas edades, ya que la palabra griega que aquí se traduce “niños” no solo se usa para recién nacidos y niños pequeños (Mt 2:8; Lu 1:59), sino también para la hija de 12 años de Jairo (Mr 5:39-42). Sin embargo, en el relato paralelo de Lu 18:15, que habla de cómo trató Jesús a este grupo de niños, Lucas usa una palabra griega diferente, que solo se refiere a niños muy pequeños (Lu 1:41; 2:12).

los tocara. Es decir, para que los bendijera.

como un niño. Se refiere a tener las buenas cualidades de los niños pequeños, que son humildes y enseñables, confían en los demás y están dispuestos a escuchar (Mt 18:5).

tomó a los niños en sus brazos. El relato de Marcos es el único que incluye este detalle. La palabra griega que se traduce “tomar a alguien en los brazos” solo aparece aquí y en Mr 9:36, y puede traducirse como “abrazar”. Jesús fue más allá de las expectativas de los adultos que le trajeron estos niños para que tan solo “los tocara” (Mr 10:13). Como Jesús era el mayor de por lo menos siete hermanos, comprendía las necesidades de los niños pequeños (Mt 13:55, 56). Además, comenzó a bendecirlos. La palabra griega que se usa en este caso es una forma intensiva del verbo bendecir, y se puede entender como que los bendijo con ternura y afecto.

Buen Maestro. Al parecer, el hombre estaba usando estas palabras como un título formal para halagar a Jesús, ya que los líderes religiosos normalmente exigían ese tipo de trato. Aunque Jesús no se oponía a que lo llamaran “Maestro” y “Señor”, porque lo era (Jn 13:13), él le daba toda la honra a su Padre.

Nadie es bueno excepto uno solo: Dios. Aquí Jesús indicó que Jehová es el ejemplo perfecto de lo que es bueno. Él es el Soberano y es el único que tiene el derecho de determinar lo que está bien y lo que está mal. Al rebelarse y comer del árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo, Adán y Eva trataron de atribuirse ese derecho (Gé 2:17; 3:4-6). A diferencia de ellos, Jesús es humilde y le deja a su Padre el papel de fijar las normas. Dios dice y explica lo que es bueno por medio de su Palabra, la Biblia (Mr 10:19).

sintiendo cariño por él. Solo Marcos menciona lo que sintió Jesús por el joven gobernante rico (Mt 19:16-26; Lu 18:18-30). Puede que la fuente de esta información sobre las emociones de Jesús fuera Pedro, quien también era un hombre de profundos sentimientos. Ver “Información sobre Marcos”.

más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja. Jesús estaba usando una hipérbole o exageración para enseñar una lección. Tal como un camello literal no puede pasar por el ojo de una aguja, es imposible que alguien rico entre en el Reino de Dios si continúa dándoles más importancia a las riquezas que a su relación con Jehová. Sin embargo, Jesús no quiso decir que las personas ricas no heredarían el Reino, porque a continuación dijo: “Para Dios todo es posible” (Mr 10:27).

le dijeron. Algunos manuscritos dicen “se dijeron unos a otros”.

el sistema que viene. O “la era que viene”. La palabra griega aiṓn, que tiene el significado básico de ‘edad’, puede referirse a la situación mundial o a las características que distinguen un tiempo, una época o una era en particular. Aquí Jesús se refiere al futuro sistema bajo el gobierno de Dios, en el que se disfrutará de la vida eterna prometida (Lu 18:29, 30). Ver glosario, sistema(s).

los límites de Judea, al otro lado del Jordán. Parece que se refería a la región de Perea, al este del río Jordán, y más en particular a la parte que limitaba con Judea. Ver la nota de estudio de Mt 19:1 y el apén. A7 (mapa 5).

iban por el camino que sube a Jerusalén. Esta ciudad estaba a unos 750 m (2.500 ft) sobre el nivel del mar. Por eso las Escrituras con frecuencia dicen que la gente tenía que subir a Jerusalén para adorar a Dios (Lu 2:22; Jn 2:13; Hch 11:2). Jesús y sus discípulos estaban subiendo desde el valle del Jordán (ver la nota de estudio de Mr 10:1), que en su punto más bajo se encuentra a unos 400 m (1.300 ft) por debajo del nivel del mar. Así que tendrían que hacer una subida de unos 1.000 m (3.330 ft) para llegar a Jerusalén.

le escupirán. Escupir a una persona o escupirle en el rostro era un acto de profundo desprecio, enemistad o indignación, para humillarla (Nú 12:14; Dt 25:9). Jesús declara aquí que él sufriría ese trato, lo que cumpliría una profecía sobre el Mesías: “No escondí mi cara de las humillaciones ni de los que me escupían” (Is 50:6). Él pasó por esa experiencia cuando compareció ante el Sanedrín (Mr 14:65) y cuando los soldados romanos le escupieron después de su juicio ante Pilato (Mr 15:19).

a Santiago [...] y a su hermano Juan. Siempre se habla de Santiago junto con su hermano Juan y, en la mayoría de los casos, se le menciona primero. Esto quizá indique que era el mayor de los dos (Mt 4:21; 10:2; 17:1; Mr 1:29; 3:17; 5:37; 9:2; 10:35, 41; 13:3; 14:33; Lu 5:10; 6:14; 8:51; 9:28, 54; Hch 1:13).

Zebedeo. Es posible que estuviera casado con Salomé y que ella fuera hermana de María, la madre de Jesús. Si era así, Zebedeo era tío de Jesús, y Santiago y Juan eran sus primos. Ver la nota de estudio de Mr 15:40.

madre de los hijos de Zebedeo. Es decir, la madre de los apóstoles Santiago y Juan. Según el relato de Marcos, fueron Santiago y Juan los que se acercaron a Jesús (Mr 10:35). Parece que la idea era de ellos, pero usaron a su madre, posiblemente Salomé, quien quizá era la tía de Jesús, para hacer la petición (Mt 27:55, 56; Mr 15:40, 41; Jn 19:25).

hijos: Algunos manuscritos dicen “los dos hijos”, pero hay más manuscritos antiguos que dicen “los hijos”.

Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, se le acercaron. De acuerdo con el relato de Mateo, fue la madre de Santiago y de Juan la que se acercó a Jesús y le hizo la petición, pero parece que fueron sus dos hijos los que le dieron la idea. Se puede concluir eso porque, según Mateo, cuando los otros 10 discípulos lo oyeron, “se indignaron con los dos hermanos”, no con la madre (Mt 20:20-24). Ver las notas de estudio de Mt 4:21; 20:20.

a su derecha [...] a su izquierda. En algunos contextos, los dos lugares son puestos de honor y autoridad (Mt 20:21, 23), aunque el lugar de mayor honor siempre es a la derecha (Sl 110:1; Hch 7:55, 56; Ro 8:34). Sin embargo, aquí y en Mt 25:34, 41, se hace una clara distinción entre los que están a la derecha del Rey y tienen su favor, y los que están a su izquierda y no tienen su favor. Comparar con Ec 10:2, notas.

uno a tu derecha y otro a tu izquierda. En este versículo, los dos lugares son puestos de honor y autoridad, aunque el lugar de mayor honor siempre es a la derecha (Sl 110:1; Hch 7:55, 56; Ro 8:34). Ver la nota de estudio de Mt 25:33.

beber de la copa. En la Biblia, la palabra copa con frecuencia representa lo que Jehová le ha asignado a alguien que haga, su voluntad para él (Sl 11:6, nota; 16:5; 23:5). Aquí “beber de la copa” significa someterse a la voluntad de Dios. En este caso, la “copa” no solo implicaba que Jesús sufriera y muriera acusado falsamente de blasfemia, sino también que fuera resucitado para tener vida inmortal en el cielo.

beber de la copa. En la Biblia, la palabra copa con frecuencia representa lo que Jehová le ha asignado a alguien que haga, su voluntad para él (Sl 11:6, nota; 16:5; 23:5). Aquí “beber de la copa” significa someterse a la voluntad de Dios. En este caso, la “copa” no solo implicaba que Jesús sufriera y muriera acusado falsamente de blasfemia, sino también que fuera resucitado para tener vida inmortal en el cielo.

beber de la copa. Ver la nota de estudio de Mt 20:22.

ser bautizados con el bautismo con el que se me está bautizando a mí. O “ser sumergidos con la inmersión que tengo que soportar”. Jesús hace aquí un paralelo entre el “bautismo” y la “copa” (ver la nota de estudio de Mt 20:22). Él ya estaba experimentando ese bautismo durante su ministerio, ya que al bautizarse en agua inició voluntariamente un camino que lo llevaría a la muerte. En su caso, sería bautizado o sumergido completamente en la muerte cuando fuera ejecutado en el madero de tormento el 14 de nisán del año 33 de nuestra era. Ese bautismo se completaría cuando fuera levantado de entre los muertos o resucitado (Ro 6:3, 4). El bautismo de Jesús en la muerte es diferente y se distingue claramente de su bautismo en agua, porque ya había sido completamente bautizado en agua al comienzo de su ministerio, mientras que en ese momento su bautismo en la muerte apenas comenzaba.

dominan al pueblo. O “se enseñorean del pueblo”, “actúan como si fueran sus amos”, “oprimen al pueblo”. El término griego que se usa aquí aparece solo cuatro veces en las Escrituras Griegas Cristianas (Mt 20:25; Mr 10:42; Hch 19:16; 1Pe 5:3). El consejo de Jesús hacía pensar en el odiado yugo romano y en el opresivo dominio de la dinastía de Herodes (Mt 2:16; Jn 11:48). Parece que Pedro captó la idea, porque más tarde animó a los ancianos cristianos a dirigir a otros dando el ejemplo, no actuando como si fueran sus amos (1Pe 5:3). Se usa un verbo relacionado en Lu 22:25, donde Jesús expresa una idea similar, y también en 2Co 1:24, donde Pablo dice que los cristianos no deben ser amos de la fe de sus hermanos.

vida. La palabra griega psykhḗ, que tradicionalmente se ha traducido como “alma”, se usa aquí con el sentido de ‘vida’. Ver glosario, alma.

vida. O “alma”. Ver la nota de estudio de Mt 20:28.

Jericó. Primera ciudad cananea al oeste del río Jordán que conquistaron los israelitas (Nú 22:1; Jos 6:1, 24, 25). Para el tiempo de Jesús se había construido una ciudad nueva a unos 2 km (poco más de una milla) al sur de la vieja. Quizá esto explique por qué, al relatar el mismo suceso, Lu 18:35 dice que “Jesús estaba acercándose a Jericó”. Puede que Jesús realizara el milagro cuando él y sus discípulos salían de la ciudad judía y se acercaban a la romana, o al revés. Ver apéns. B4 y B10.

Jericó. Ver la nota de estudio de Mt 20:29.

un mendigo ciego. El relato de Mateo (20:30) indica que había dos ciegos presentes. Marcos y Lucas (18:35) solo mencionan uno. Parece que se concentran en Bartimeo, a quien solo se menciona por nombre en el relato de Marcos.

Nazaret. Probablemente signifique ‘ciudad del brote’. Nazaret era una ciudad de la Baja Galilea, donde vivió Jesús la mayor parte de su vida en la tierra.

lo que se había dicho por medio de los profetas: “Será llamado Nazareno”. Parece ser que aquí se hace referencia al libro escrito por el profeta Isaías, donde se alude al Mesías prometido como “un brote” (en hebreo, nétser) de las raíces de Jesé (Is 11:1). Mateo habla de “profetas”, en plural, así que tal vez también esté refiriéndose a Jeremías y a Zacarías. Jeremías escribe sobre “un brote justo”, un retoño de David (Jer 23:5; 33:15). Por su parte, Zacarías menciona a un rey que sería también sacerdote y dice “que se llama Brote” (Zac 3:8; 6:12, 13). El término nazareno se convirtió en un calificativo que se usó para referirse a Jesús y, con el tiempo, a sus discípulos.

hijo de David. Indica que Jesús es el heredero del pacto del Reino hecho con David, que tendría que cumplir alguno de los descendientes de este rey (2Sa 7:11-16; Sl 89:3, 4).

rey David. Aunque se mencionan varios reyes en esta genealogía, David es el único al que se le da el título de rey. A la dinastía real de Israel se le dio el nombre de “la casa de David” (1Re 12:19, 20). Al llamar a Jesús “hijo de David” en el versículo 1, Mateo destaca el tema del Reino y muestra que Jesús es el heredero del gobierno real prometido en el pacto con David (2Sa 7:11-16).

se inclinó ante él. O “le rindió homenaje”, “se arrodilló delante de él”. Al llamar a Jesús “Hijo de David” (Mt 15:22), parece que esta mujer no judía estaba reconociéndolo como el Mesías prometido. Se inclinó ante él no porque lo considerara un dios, sino porque era un representante de Dios. Ver las notas de estudio de Mt 2:2; 8:2; 14:33; 18:26.

el Nazareno. El término nazareno se convirtió en un calificativo que se usó para referirse a Jesús y, con el tiempo, a sus discípulos (Hch 24:5). En vista de que muchos judíos tenían el nombre de Jesús, era normal añadir otro término para distinguirlos. En tiempos bíblicos era común asociar a las personas con sus lugares de procedencia (2Sa 3:2, 3; 17:27; 23:25-39; Na 1:1; Hch 13:1; 21:29). Jesús vivió la mayor parte de los primeros años de su vida en la ciudad de Nazaret, en Galilea, así que era natural que usaran el término nazareno para referirse a él. Personas de toda clase y en distintos lugares lo llamaron así (Mr 1:23, 24; 10:46, 47; 14:66-69; 16:5, 6; Lu 24:13-19; Jn 18:1-7), y él mismo aceptó y usó ese nombre (Jn 18:5-8; Hch 22:6-8). En el letrero que Pilato colocó sobre el madero de tormento, él escribió en hebreo, latín y griego: “Jesús el Nazareno, el rey de los judíos” (Jn 19:19, 20). Del Pentecostés del año 33 en adelante, los apóstoles y otras personas a menudo hablaron de Jesús como el Nazareno o especificaron que era de Nazaret (Hch 2:22; 3:6; 4:10; 6:14; 10:38; 26:9). Ver también la nota de estudio de Mt 2:23.

Hijo de David. Al llamar a Jesús “Hijo de David”, el ciego Bartimeo lo identificó públicamente como el Mesías. Ver las notas de estudio de Mt 1:1, 6; 15:25.

Rabbóni. Palabra semítica que significa ‘mi maestro’. Puede que rabbóni fuera un término más respetuoso y afectuoso que rabí, que era un título que significaba ‘maestro’ (Jn 1:38). El sufijo de primera persona (-i) significaba ‘mi’. Pero, ya para cuando Juan escribió su relato, puede que ese sufijo hubiera perdido su sentido particular en este título, porque Juan lo traduce como “maestro” (Jn 20:16).

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Perea, al este del Jordán
Perea, al este del Jordán

Esta foto muestra parte de la región conocida como Perea, que estaba situada al este del río Jordán. Se extendía desde Pela en el norte hasta el este del mar Muerto en el sur. El nombre de “Perea” no aparece en la Biblia, pero viene de una palabra griega que significa ‘al otro lado’ o ‘más allá’. Esta palabra griega aparece con frecuencia en la Biblia y en algunos casos se refiere a la región de Perea (Mt 4:25; Mr 3:8). La gente de Galilea a veces pasaba por Perea cuando iba a Jerusalén. Hacia el final de su ministerio, Jesús pasó algún tiempo enseñando a las personas de esa región (Lu 13:22). Y, tiempo después, volvió a cruzar Perea de camino a Jerusalén (Mt 19:1; 20:17-19; Mr 10:1, 32, 46).

1) Río Jordán

2) Llanuras al este del río Jordán

3) Montañas de Galaad